
Tras acabar con el T-1000, el T-800 y con la muerte del creador de Skynet, Sarah y John Connor siguen su vida como fugitivos en 1999, un problema menor comparado con los que están acostumbrados a enfrentarse debido a su pasado, pero sobre todo a su futuro. Un futuro que creían cambiado con la destrucción de los Terminator, hasta que en el presente vuelven a tener que enfrentarse a ellos. Pero de nuevo, esta vez también contarán con uno de ellos como inesperado aliado.
A diferencia de lo que se vio en las películas, donde Arnold Schwarzenegger encarnó al personaje en tres ocasiones, la serie presenta y respeta el sustento original bajo el cuál, los humanos en el futuro tenían muchos problemas para identificar a los Terminators, debido principalmente que estas unidades infiltrables eran idénticos las personas por afuera "...si se lastiman, sangran. Además sudan, tienen mal aliento y podrían engañarte al contacto" por la cita de Kyle Reese, el héroe de la primera película de la saga y padre de John Connor.
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